La alergia es un conjunto de alteraciones de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo que se producen en el sistema inmunológico por una extremada sensibilidad del organismo a ciertas sustancias a las que ha sido expuesto, y que en condiciones normales no causan esas alteraciones.
Hay varios tipos de alergias, pero en este post hablaremos sobre la alergia a los lácteos. La leche de vaca es uno de los alérgenos alimentarios más comunes, sobre todo en los niños/as. La reacción alérgica a la leche suele aparecer en el individuo unos minutos u horas después de haber consumido el alimento y puede derivar en anafilaxis.
Algunos de los síntomas pueden ser.
- Ronchas o urticaria.
- Vómito.
- Diarrea.
- Calambres abdominales.
- Erupciones alrededor de la boca.
- Ojos llorosos.
- Tos.
¿Cómo actuaríamos?
Primero, avisaríamos a la familia a través de una reunión, para que eviten poner a los hijos alimentos lácteos para el almuerzo.
Segundo, se les comunicaría a las demás profesoras para que avisaran a los padres de sus alumnos.
Tercero, la familia del niño/a le dará al maestro autoinyectores de epinefrina por si en algún caso debe ponérsela.
Si hay algún caso de que un día un niño/a lleva un alimento lácteo al aula, se lo guardaremos en la mochila y le diremos que no se puede comer. Después a la salida, se lo recordaremos al padre o madre.
Por último, tendremos en el aula cremas hidratantes para calmar la urticaria.
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